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Escribir 3 poesías ecuatorianas de su preferencia, luego
realizar una interpretar de dichos
poemas.
SE VA CON ALGO MIO
Se va con algo mío la tarde que se aleja;
mi dolor de vivir es un dolor de amar;
y al son de la garúa, en la antigua calleja,
me invade un infinito deseo de llorar.
Que son cosas de niño, me dices; quién me diera
tener una perenne inconsciencia infantil;
ser del reino del día y de la primavera,
del ruiseñor que canta y del alba de Abril.
¡Ah, ser pueril, ser puro, ser canoro, ser suave;-
trino, perfume o canto, crepúsculo o aurora-
como la flor que aroma la vida y no lo sabe,
como el astro que alumbra las noches y lo ignora!
mi dolor de vivir es un dolor de amar;
y al son de la garúa, en la antigua calleja,
me invade un infinito deseo de llorar.
Que son cosas de niño, me dices; quién me diera
tener una perenne inconsciencia infantil;
ser del reino del día y de la primavera,
del ruiseñor que canta y del alba de Abril.
¡Ah, ser pueril, ser puro, ser canoro, ser suave;-
trino, perfume o canto, crepúsculo o aurora-
como la flor que aroma la vida y no lo sabe,
como el astro que alumbra las noches y lo ignora!
La voz poética nos exterioriza su añoranza por aquello que le pertenece y al transcurrir de la tarde se lleva, nos da para comprender su estado anímico y la añoranza que siente por la infancia

La niña en el charco
Desprevenida, con su falda corta
veo andar a la niña sobre el charco
ignora que el agua es un azogue
donde se refleja su slip blanco.
Descubierto su secreto más tierno
en ese turbio espejo de agua
solo quiero volver a encontrar su imagen
entre las ondas que deja a su paso.
Pero es tan repentino y fugaz el misterio
más súbito y veloz que el deseo o el aire.
Cuando torno a abrir los párpados
sobre el opaco cristal ya no hay nada.
Apenas consigo con mis dedos
Desprevenida, con su falda corta
veo andar a la niña sobre el charco
ignora que el agua es un azogue
donde se refleja su slip blanco.
Descubierto su secreto más tierno
en ese turbio espejo de agua
solo quiero volver a encontrar su imagen
entre las ondas que deja a su paso.
Pero es tan repentino y fugaz el misterio
más súbito y veloz que el deseo o el aire.
Cuando torno a abrir los párpados
sobre el opaco cristal ya no hay nada.
Apenas consigo con mis dedos
acariciar la suave ondulación del agua. 
El mar no puede morir
El mar no puede morir.
Se quedará navegando
aunque no haya nadie aquí.
Que no, que el mar no se muere,
que no se puede morir.
Seguirá que va y que viene,
yendo y volviendo a venir
cualquiera sabe hasta cuándo.
Hasta que encuentre por fin
la playa que está buscando.
Él no se puede morir.
Se quedará navegando
cuando no haya nadie aquí.
Se quedará navegando
aunque no haya nadie aquí.
Que no, que el mar no se muere,
que no se puede morir.
Seguirá que va y que viene,
yendo y volviendo a venir
cualquiera sabe hasta cuándo.
Hasta que encuentre por fin
la playa que está buscando.
Él no se puede morir.
Se quedará navegando
cuando no haya nadie aquí.

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